viernes, 24 de diciembre de 2010

"Si un altre la mira"

Este es un "cuentito", escrito por mi. El título significa: "Si otro la mira" (en catalán).

Camino directo al trabajo, me encuentro a unas tres cuadras de éste. Paso frente al verdulero que me asiente con el dedo en forma de saludo. Paro a comprar el diario, donde Juan, el diariero, pregunta por mi estado y mi ánimo. Le respondo con un “como siempre” y me alejo saludándolo. Estando en la esquina anterior a llegar una moto pasa rozando mi pierna a toda velocidad. Como es de costumbre respondo con una agresión verbal y el puño amenazador levantado. Llego al trabajo y me siento en mi sillón, dejándome caer en el respaldo. La secretaria abre la puerta y entra mientras me dice las tareas por haber. Afirmo todo lo que dice con sutileza en el movimiento de mi cabeza. Descanso unos minutos y al instante de despertar la puerta se abre nuevamente con un prorrumpe de la boca de un hombre. “¿Puede usted decirme cómo separa usted la realidad de las mentiras?”, dijo mientras yo reponía mi compostura en el asiento.

-Claro, no hay problema.- dije.

-Bueno, si tan dispuesto está dígamelo ahora.- me decía mientras apoyaba un bloc de notas en la mesa y sacaba una lapicera de su bolsillo.

-La verdad está en cada una de las caras de la gente.

-Explíquese.

-Bueno... hoy, por ejemplo, al venir hacia aquí vi varias caras que mostraban los sentimientos y las mentiras que cada uno guarda...

-No, no, no. Quiero que me lo diga en forma concisa. No soy de esa gente a la que le puede hacer un cuento en forma de respuesta.

-A eso iba, pero usted es demasiado activo. Al venir me encontré con un verdulero, al que siempre le compro, y éste me saludó asintiendo con el dedo y una sonrisa, pero lo que él no sabía es que yo seguía mirándolo mientras él giraba la cara y hacía una mueca en la boca al mismo tiempo que movía la cabeza de izquierda a derecha. ¿Sabe lo que esto quiere decir?. Quiere decir que realmente no mostraba sus sentimientos frente a mi, pero por qué. Porque prefería guardarse para sí el hecho de que su negocio no está yendo bien, y mientras él se gana la vida trabajando duramente 8 horas al día yo me gano lo mismo en 1 hora 10 minutos.

-Pero ésa no es la realidad absoluta.- interrumpió.

-También, al caminar me encontré con el diariero, que al saludarlo pude ver su cara y lo alicaído que estaba, seguramente por los años que se ve siempre en la misma posición, económica y geográfica, por no poder irse a ningún lado.

Esperó a que siguiera hablando, y yo no le negué la satisfacción.

-...Me topé con un hombre que andaba en motocicleta, yendo a toda velocidad estando la luz en rojo para él. Miré su cara de reojo y pude observar que estaba furioso con algo, seguramente un problema en el trabajo, quizá el tiempo no estaba de su lado, pues estaba desarreglado. Especulé de tal manera porque vestía de uniforme azul con una etiqueta que llevaba su nombre, no pude ver qué decía. Pero eso no me paró a blandir mi mano para negarle la coherencia en su acto, y vociferarlo.

Siguió mirándome impaciente por que siga mi monólogo.

-Bueno, como pudo escuchar en todos éstos hechos hay una realidad, tanto en cada una como todos en una misma.

-Aja, entonces usted dice que la realidad son los sentimientos que cada uno tiene por las cosas, y éstos se juntan para hacer a la misma.

-Exacto. Me es difícil creer que lo haya comprendido tan rápidamente.

-Bueno señor Leebright, tengo que decirle que esta usted equivocado.

Figuré una cara de sorpresa y extrañes al momento de escuchar su repuesta.

-¿Puede usted decirme cuál es la realidad entonces, si la verdad en las personas no lo es?

-Sí. Pero también le puedo decir en lo que usted está equivocado, que sería más simple. Usted se equivoca al pensar que la verdad es lo que la gente piensa. La realidad es un encadenamiento de hechos, sí, o por lo menos es una forma de verla, pero son hechos que existen indirectamente sin la ayuda de las personas. No tiene por qué pensar una persona en algo para que esto sea real, como el hecho de que usted cavile y resuelva el problema del conductor de la moto pensando únicamente en el tiempo. Como ambos sabemos usted no es omnipresente ni nada parecido, al igual que yo. Entonces ninguno sabe todo, ¿no es cierto?.

-Si... prosiga.

-Entonces, usted no sabe nada en su totalidad. Y cuando uno dice que sabe algo y cuando le piden que explique lo que supuestamente sabe, uno dice una perspectiva de lo que sucedió, lo que vio.- Intenté detenerlo un segundo, pero él se interpuso a mi pregunta.-...Y cuando uno dice parte de una verdad, se dice que como no llega a ser del todo verdad ésta es en realidad una mentira. Diciendo así que su “realidad” es una mentira.

-Pero, no es posible, pues nadie puede decir la realidad si así fuera. Solo estamos viviendo una parte de ella. Eso es una falacia, ¿creería usted que nadie lo hubiera pensado antes?. Seguramente, y así como no se escuchó nunca es porque debió ser refutada.

-Escúcheme usted. Así como hoy en día se descubren cosas nuevas en la tecnología, en la filosofía sucede lo mismo. No voy a hablar sobre suposiciones de conciencias desconocidas, como usted pensó en una persona del pasado, eso sería una falacia. Lo que yo le digo tiene pruebas, una de ellas es usted. Ahora lo dejo para que piense cómo refutar racionalmente mi propuesta, y dejo su titubeo en la prensa para que se esmere un poco más en buscar una respuesta para quitarse el oprobio de encima.- me dijo sin más.

Dio media vuelta y se fue cerrando la puerta de mi oficina, dejándome solo, con mi conciencia y las de más de mil personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario